martes, 29 de enero de 2013

lunes, 21 de enero de 2013

Some nights I always win

Ey, pero si yo tenía un blog. Anda que cosas. Perdonadme mis lectores, juro que me portaré bien a partir de ahora, y llevaré las entradas al día y escribiré cosas sobre mi aburrida vida, pero las daré mi enfoque filosófico que lo disimula todo.

Hace ya un tiempo escribí algo así como "la mayor parte de las veces que la cago es intentando que la gente no cometa errores". Era algo que había descubierto, sí, algo que había asimilado, también, algo que había intentado evitar, no. De hecho, llevo un tiempo poniéndolo más en práctica que nunca. Pero me he dado cuenta de que no tiene sentido. Si la vas a cagar, yo no puedo hacer nada, y además, la mayoría de las veces, esas cagadas se terminan transformando en grandes historias. Así que, voy a dejar de pensar que la estas cagando y voy a empezar a pensar que si te sale bien, seré la primera que se alegre, sí te sale mal, seré la primera que te consuele, y esto, se puede aplicar a casi cualquier cosa.

Eso por un lado, por el otro, me he dado cuenta de que, a pesar de que me cree muy desdichada, llevo unos meses de ganancia positiva, muy positiva, y me odio por ser incapaz de verlo.

En fin, nueva filosofía, play it cool, e intenta darte cuenta de lo que tienes.

viernes, 4 de enero de 2013

A veces, las Navidades, sí que traen cosas buenas

Normalmente no suelo escribir este tipo de entradas, pero no me cabe en un tweet, y llevo una semana encerrada en casa sin oportunidad de poder contárselo a nadie, por lo que he decidido escribirlo. 

Estamos en fiestas, Navidad, concretamente. Son fechas que se pasan en familia. Por motivos que desconozco, y que no estoy segura de que quiera conocer, desde hace unos años, mi familia no se reúne en estas fechas. Estamos desperdigados, cada uno por su lado, excepto mis abuelos, que siempre pasan las fiestas en mi casa.

El año pasado no pudo ser así. Mi abuela se cayó y se rompió el brazo, la mañana de nochebuena, y pasó las fiestas ingresada y manteniendo reposo. Por cosas como esta, año tras año, pienso que las Navidades no traen nada bueno. Afortunadamente, se recuperó, pero perdió movilidad en el brazo, apenas lo podía levantar.

Aunque ahora parezca imposible, esta es historia tiene un final feliz, tener paciencia.

Este año, con mi abuela recuperada, mis abuelos pasaron la noche de fin de año en mi casa. Os parecerá una tontería, pero para mí, eso significa mucho. Cuando llegaron las doce, llegó el momento de brindar, y dar besos y abrazos. Y mi abuela me abrazó, levantó su brazo y lo puso sobre mis hombros. Hasta que no vi su sonrisa no fui consciente de lo que acababa de hacer, de lo que lo echaba de menos. Y en ese momento, simplemente, fui feliz, porque mi abuela podía volver a abrazarme, a mi, y a mi hermana, y a sus hijos, a su familia. A pesar de que los médicos la dijeron que no podría, ella consiguió volver a hacerlo.

"Yo ya soy feliz, porque el año nuevo me ha traído lo que yo más quería".

Ay.

Palabras huecas. Palabras huecas que retumban en mi cabeza y hacen eco.
Cuando decimos las cosas sin pensar, pensamos que se van a quedar así, sin ser pensadas por quien las escucha. Quizás a vosotros no, pero a mí, tarde o temprano, esas cosas me terminan haciendo eco.