Todo es cuestión de prioridades

Exacto. Ya has dejado muy claras las tuyas, ahora me toca a mí. 

Muy buena frase, por cierto.

A sky full of stars

Cuando empecé a escribir este blog creía firmemente que no tenía nada, absolutamente nada que importase. Pero como siempre, me equivocaba. Tenía muchas cosas que no supe ver, que no supe apreciar, y que tristemente, algunas no supe mantener. No os equivoquéis, no es que ahora no tenga nada, pero no es lo mismo, nunca es lo mismo.

A veces hecho de menos a aquella chica de hace unos años, que se tumbaba de noche a ver la estrellas, a contemplar en infinito universo y a soñar con que estaba en miles de sitios, porque, estés donde estés, el cielo siempre es el mismo. Otras veces, cuando me tumbo bajo la noche, y pienso en lo que me ha costado llegar a ese instante de mi vida, me siento orgullosa, porque aunque no tenga tantas cosas, ni haya conseguido todo lo que me hubiera propuesto, estoy ahí, bajo la inmensidad del cielo nocturno, y lo cierto es que no he llegado ahí yo sola, ni seguiré yo sola. Y al final, eso es lo que importa.

Did you miss me?

Anda, si vais a decir que no, mejor no contestéis, que nos conocemos. Ya, ya lo sé, os tengo muy abandonados, pero es que he estado cambiando de vida. ¿Os acordáis de eso que decía siempre? Lo de nueva filosofía de vida y todas esas historias que quedaban genial en el blog pero que luego, por H o por B, nunca salían bien.

Bueno, creo que esta vez ha habido un cataclismo lo suficientemente grande en mi vida como para que de verdad me empiece a replantear las cosas. Bueno de hecho ha habido dos, bastante seguidos, y los dos implicaban perder a gente a la que quiero, y por ahí no paso.

Aun está bajo en pruebas, versión beta, o como lo queráis llamar, llevo 20 años siendo de una forma, por mucho que me gustase decir que había cambiado, que sí, lo había hecho, pero por las circunstancias más que por mí. Esta vez lo hago por mí, porque, ¿qué hay de malo en ser feliz y hacer feliz a la gente al mismo tiempo?