Recursive shit

Empiezo a entender la ecuación. Ya decía yo que no era normal que estuviera tan de buen humor durante un tiempo tan prolongado. Ahora todo encaja. Estoy todo el día liada haciendo cosas, ergo, ya apenas tengo tiempo libre, ergo, ya no me paro a reflexionar sobre mi vida como hacía antes, ergo, no me doy cuenta de la mierda, ergo, vivo en la ignorancia, feliz como un regaliz cual niña de 8 años.

Pero esto no es una situación estable, ni mucho menos, en cuanto tengas un rato, te pones a pensar y se te va a la mierda todo, y tu con ello.

Aunque no lo parezca, sigo viva

He tenido una de las semanas más ajetreadas de lo que llevo de universidad, y con diferencia, y ¿sabéis qué? Que he aprendido muchas cosas, de como funciona un amplificador operacional a como quien importa importa y quien solo parece que importa, en realidad no importar nada.

Ha sido una semana densa, insufrible, y asquerosa. Pero por fin a acabado,y tengo un efímero descanso hasta que vuelva a empezar la tortura. Ni siquiera sé porque estoy escribiendo esta entrada, porque en realidad la culpa es mía por apuntarme a más cosas de las que puede hacer una persona humana con una media de sueño de 7 horas y una vida social (escasa, pero aún existente). Pero bueno, es mi blog y hago lo que me da la gana, like it or not. 

Pues eso, the show must go on.

Little things

A veces basta con un abrazo en el momento adecuado, un mensaje que te haga sonreír, o una sonrisa que te haga recordar.

Muchas veces, somos felices con muy poco. Solo tenemos que saber como.

A kilómetros de distancia, pero en el mismo coche

Ese momento en el que de repente te despiertas y vas en un coche, de copiloto, con Juan Magan a tope y las ventanillas bajadas y piensas: "¿en que momento he firmado yo que estos elementos sean mis amigas? Y lo que es aún peor, ¿qué coño había fumado para aceptar?". Apenas ha pasado un año, y parecen diez. No me conocéis, no os conozco. A ver, hace un año ya había diferencias, pero eran ríos, ahora hay océanos.

Ah, y lo mejor de todo es cuando decís, "¿pero en que momento te ha dejado de gustar esta música?" que ya es la patada en la boca que me afirma que nunca habéis escuchado una palabra de lo que os digo.

I used to be your person

Y como predije, ya no lo soy. No lo niegues, ni intentes arreglarlo, solo te pido que no hagas como si aún lo fuera. No te voy a negar que duele un poquito, cada vez menos, pero aún escuece.
Aun que digas que no, ya has elegido, elegiste hace mucho, pero solo me dí cuenta yo.

Lo mejor de todo es que leerás esto y pensarás que no va por ti, bueno, puede que ahora si que lo pienses, pero posiblemente lo ignores y sigas con tu vida como si nada, o me preguntes, y entonces puede que yo te mienta y te diga que no pasa nada, o no. No lo sé, y yo que sé, si supiera algo no tendría un blog tan paranoico como este.

No es que sea una ciega que ve, es que ya no veo

La misma historia de siempre, subestimamos a las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Hoy ha sido un día de mucha mierda, y sin descanso aparente. Pero si lo piensas detenidamente, si que ha tenido sus buenos momentos, breves, porque no deja de ser un día de mierda. Y una vez más, esos pequeños momentos en los que ha venido alguien y me ha hecho reír y olvidarlo todo por un rato, han sido gracias a quien menos lo esperaba.

Empiezo a creer que no soy capaz de ver más allá de lo que mi cerebro me hace creer, y que solo me doy cuenta de la verdad cuando mis ojos la ven. Y hoy, mi cerebro se ha sorprendido mucho de ver a quien de verdad estaba ahí. Los mejor de estas personas es que leerán esto, y lo pasarán por alto, a vosotros tengo que deciros que no, que sois vosotros lo que me habéis hecho sonreír hoy, y que con esta, ya os debo unas cuantas.

Gracias por lo que hacéis día a día, y lo siento por darme cuenta solo de vez en cuando.

Milkshake

A veces, sientes tanta cosas al mismo tiempo que se mezclan, todas como un batido de frutas dentro de nuestra cabeza, y cuando intentamos saborear el batido, no sabemos muy bien a que sabe. No sabemos muy bien lo que sentimos, pero lo que si podemos saber es si sabe bien, si es algo bueno.

Por primera vez en mucho tiempo, el balance interior sale positivo, y aunque sigo sin saber a que sabe el batido, de momento me conformo con saber que es dulce.

Supongo que ya he llegado a la primera parada de mi viaje en tren con destino desconocido. Para la siguiente quizás haya aprendido a diferenciar las frutas y a disfrutar de cada una de ellas.