Hay días que lo llevo bien.
Que casi no me duele.
Que pienso que ya lo he superado.
Otros días duele más que nunca.
Porque veo la realidad.
Y porque no me gusta.
Sobretodo porque no me gusta.
Pero no voy a llorar.
Me lo debo a mi misma.
No tengo por qué llorar,
y no pienso hacerlo.
Subiré la música,
escribiré una entrada,
y esperaré a que se me pase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario