viernes, 15 de marzo de 2013

Guau

Ayer estuve a punto de adoptar un perro de unos meses, un cachorrillo. Me entraron verdaderas ganas de tener un perro. Estuve a punto de decírselo a mi hermana, ya que ella siempre quiso uno, y así poder convencer a mi padre.

Antes de dormirme, en estos minutos en los que te metes en la cama y tu mente va dando tumbos por tu subconsciente hasta que te duermes, lo estuve pensando, "pero si a mi no me gustan los perro", cuando son pequeños sí, pero es que luego crecen, "y apenas estoy en casa, estaría mucho tiempo solo". Entonces me dí cuenta, quería un perro, porque quería que alguien me necesitase como necesita un perro que lleva solo todo el día, a su dueño, quiero que venga corriendo a saludarme cuando llegue a casa, y que se alegre de verme.

Quizás adopte un perro, ¿me dejáis llamarlo Fourier?

1 comentario:

  1. Anónimo16:34

    ni de coña!! nada de Fourier! aunque apoyo la idea de tener un perro que te espera cuando llegas a casa antes que la de tener un Quique San Millán como prefieren otras... ;)

    ResponderEliminar