Eso el lo que me he han traído los reyes, hostias como panes, a parte de los típicos regalos para quedar bien, como un secador o dinero, pero principalmente, hostias como panes. Y dice la pintora: "Tranquila Bocinas, que a ti te hemos comprado a los profesores, para que te aprueben" Y una mierda, y una grandísima mierda, ya les puedes regalar El Dorado a Agua Tichar, a Rudolf y a Crascon, que no me aprueban.
No se me pierdan en el recuento, por favor, llevamos tres hostias como panes.
Otro par de hostias como panes las que me van a dar Crisis, Queroseno, Croque y Pocho por no haberlas dicho todavía que me han dado la beca y que la entrega es este viernes, porque claro, querrán ir, aunque sea para liarla un poco cuando suba al escenario, y como yo soy así, cuando quiera decírselo, ya habrán hecho planes y no podrán deshacerlos.
Estas son cuatro hostias, una por cada una, que hacen siete.
Otra hostia como un gran pan que me va a dar el señor teleco, cuando vea que voy a suspender tres, o al ritmo que voy, cuatro de las seis asignaturas que he tenido este cuatrimestre. Aunque lo hará sin ningún derecho ya que él en primero de carrera aprobó las mismas o menos.
Y van ocho.
Y por su puesto las que me daría yo cada vez que me pongo a ver una peli de mi lista (con la friolera de 158 títulos a día de hoy, de los que he visto 31), o cuando me subo a jugar a la Wii con la calma, o me pongo a leer, o a perder el tiempo en general si es que yo me distraigo con cualquier cosa.
Y el computo total es de ojo derecho morado, ceja izquierda rota, traumatismos múltiples, amigas y familia cercana very disappointed on me, y una sensación de haber pedido el tiempo en Navidad a pesar de haber salido tres días contados y el resto haberlos pasado estudiando en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario