Cuando te falta el aire.
Cuando no darías ni una piedra por ti misma.
Cuando sientes que te ahoga,
y que lo único que necesitas es alguien con quien hablar un rato.
Cuando llevas días enteros sin sonreír
y todo se te viene encima.
Miras a tu alrededor esperando ver a alguien
una amiga que te saque de esa agonía,
o que te alivie el dolor.
La sorpresa viene cuando no encuentras a quien tú esperabas ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario