Pues yo, a partir de ahora me lo voy a plantear del revés. Voy a darme cuenta de los momento que merece la pena recordar, cuando los viva, porque así sabré que tengo que recordar ese momento con más claridad, recordar con más fuerza lo bueno de ese instante. Y de los que no merece la pena ni vivir, esos me los salto, que no estamos para perder el tiempo en cosas insignificantes.
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