Toma decisiones precipitadas, equivocate, corrígete y vuelvete a equivocar. Que tus impulsos guíen tus actos y que tus instintos sean tus ojos. No pienses, solo actúa. Y la cagarás, sí, pero nunca que preguntarás que hubiera pasada si...
Mira a los ojos a la vida, y cometela de un bocado, y creetelo, porque no hay nada de malo en creernos las cosas.
Como dijo una gran pensadora actual: "Solo te arrepientes de lo que no haces". Y yo hoy he decidido dejar de arrepentirme de todo.
Por petición popular y alusión directa dejaré de bloggear mis más que habituales entradas deprimentes en las que me quejo del mundo en general y de la gente en particular, pero solo por un tiempo.
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