Antes creía que el odio o la ira era los sentimiento que más podrían herir a una persona. Pero como ya es costumbre, y al igual que muchas otras veces, me equivocaba. La indiferencia es mucho peor, fluye por nuestras venas, impulsándonos a hacer barbaridades de las que luego nos arrepentiremos solo para que no le demos igual a la gente. Porque, si caes bien, pues bien, y si caes mal, luego siempre puedes ser maja y terminar cayendo bien. Pero darle igual a una persona, que sea completamente indiferente en su vida, eso, eso es del lo peor que te puede pasar, y más cuando cuando no es recíproco y esa persona no es indiferente en la tuya.
Así que lo siento, pero es lo que hay, me dais igual, y os lo habéis ganado a pulso.
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