Hacemos inventario.

Creo que crear este blog ha sido una de las mejores cosas que he hecho en los últimos meses.
Me ha servido para darme cuenta de los tremendo cambios de humor que tengo, y de que me salen mejores entradas cuando estoy cabreada. Ahora entiendo eso que decía mi profesora de literatura sobre que los grandes escritores son los que han pasado hambre, no es que sea una gran escritora, pero escribo mejor cuando estoy cabreada, que cuando me va todo bien.
Me he dado cuenta de que ha veces, soy tremendamente injusta con la gente, el hecho de que a mi no me importe sacrificarme por otras personas no implica que ese sentimiento sea recíproco, ni tengo derecho a exigirlo, ergo pierdo el derecho a enfadare.
Algunas otras veces pienso que soy demasiado buena, de que a tal persona no debería perdonarle todo solo porque no vea maldad en sus actos. Pero también soy incapaz de ver más allá, el lado bueno me eclipsa el malo.
Y por último, también me he fijado, que de vez en cuando, escribo cosas dignas de ser publicadas, aunque sea en un blog absolutamente casi desconocido.