Os pongo en situación:
Viernes (cuando los viernes nunca tengo clase), nueve de la mañana (hora inumana para un día que no tienes clase), examen del proyecto de programación (si, ese proyecto que pestañitas y yo ni teniamos ni idea de como hacer y al final no se ni como lo hicimos), si sacas un 0 en el examen, vete olvidandote de aprobar programación.
Llegas, te sientan, y depués de haberte estudiado los examenes del año pasado, las diapositivas, los homewoks del laboratorio y hasta un examen que encontraste en un mesa el dia anterior, resulta que el ordenador no le da la gana encenderse. Así que cuando todo el mundo tiene ya su codigo cargado, tú por fin ves el maldito escritorio.
Y ya cuando piensas que la vas a cagar y que no sabes hacer ni un maldito constructor, resulta que la primera pregunta del examen ya la tienes hecha en tu codiga, vamos lo que viene siendo cojonudo, ya no puedo sacar un 0. Yo ya pensando, bueno hasta aquí la buena suerte, pero no, resulta que don Calvito, alias Antonio Lovato, alias El Calvo de Lost, tiene un buen día (debe ser que ayer hizo las paces con su mujer, ya me entendeís) y decide decirme lo que tengo mal de segundo ejercicio y del tercero.
Así que, aqui estoy, con el examen acabado y todo "OK", con 30 minutos de sobre y sin saber que hacer, y me he dicho, voy a bloggear, aunque sea para contar lo bien que ha empezado mi día (y lo bien que va a seguir porque hoy hay concierto de medio perezoso con qwerty).
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