Rumbo a ninguna parte

Los trenes que vemos llegar, y decidimos no coger, esos trenes, no tienen marcha atrás, no van a volver a buscarte, así que vete olvidándote de que volver a verlos. Pero, y os dejo llamarme ilusa por esto, yo creo que si sabes jugar bien tus cartas, puedes coger otros trenes que, aún no siendo los mismo, te lleven al mismo sitio (o por lo menos que te dejen cerca, y desde ahí ya vas andando).

Hoy, mientras contemplaba la luna desde el coche, he decidido ir a buscarme algún que otro tren, y subirme sin  importarme a donde vaya o donde pueda acabar, porque se, que esté donde quiera que esté, puedo mirar al cielo e imaginarme que estoy en cualquier otro sitio. Porque, como bien repetía una y otra vez a lo largo de dos años, el cielo, el Sol, la Luna y las estrellas son las mismas para todos, las mires desde donde las mires.